Durante la canonización
de Santa Faustina, el 30 de Abril de 2000, Juan Pablo II,
dijó: “La luz del
Mensaje de la Misericordia confiado a Santa Faustina por Jesucristo,
ILUMINARA AL HOMBRE del tercer milenio”, “Quiero transmitir al nuevo milenio y
a todo el mundo, este mensaje de la Divina Misericordia, para que
conozcan mejor el verdadero Rostro de Dios Misericordioso”
Juan Pablo II, mencionó, ante cientos de
miles de personas en Polonia, que él rezaba continuamente esta
oración de la Coronilla a la Divina Misericordia: “POR LA
DOLOROSA PASION DE TU HIJO, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS Y DEL MUNDO
ENTERO”.
El 22 de Septiembre de 1981 en el Santuario del Amor Misericordioso, en Collevanza, Italia, Juan Pablo II dijó: “Desde el principio de mi Pontificado he considerado este mensaje como mi cometido especial. La providencia me lo ha asignado”. El mismo año publicó la Encíclica “Dives in Misericordia” (Rico en Misericordia) en la que se refiere a Cristo como la “encarnación de la misericordia”, fuente inagotable de misericordia..
Juan Pablo II dió un mandato a los Sacerdotes : “Haced de la Divina Misericordia VUESTRO PROGRAMA SACERDOTAL en este tiempo necesitado como nunca”.
Por iniciativa del Papa Juan Pablo II han sido distribuidas millones de estampas en las que él puso estas palabras:
“SED APOSTOLES DE LA
DIVINA MISERICORDIA”
El 17 de agosto de 2002, el Papa Juan
Pablo II
celebró la Misa de Consagración del Santuario de la
Divina Misericordia en Lagiewniki -Cracovia. Llevó a cabo
el
acto de Consagración
del mundo a la Divina Misericordia. Confió el
mundo a la Divina
Misericordia, a la confianza ilimitada en Dios, el Misericordioso, a
Aquel que ha sido no solo una fuente de inspiración, sino
también
de la fuerza de su servicio como Sucesor de Pedro.
Ese mismo día, expresó: "deseo ardientemente de que
el mensaje del
amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de
Santa
Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene su
corazón de esperanza. Que este mensaje se difunda desde este
lugar a
toda nuestra amada patria y al mundo. Ojalá se cumpla la firme
promesa del Señor Jesús: de aquí debe salir "la
chispa que
preparará al mundo para su última venida".
Debido a la devoción de la Divina Misericordia, tan querida y
extendida por Juan Pablo II, como uno de
sus cometidos durante todo su pontificado, después
de
5
años de su muerte y de
haberse comprobado un milagro realizado a la monja Marie Simon-Pierre,
sanando de mal de parkinson a través de su
intercesión, su sucesor el Papa
Benedicto XVI ha elegido el Domingo 1o de Mayo de
2011, "Fiesta de la Misericordia" y aniversario litúrgico
de su muerte, como fecha muy simbólica para
llevar a cabo su Beatificación en la plaza de San Pedro del Vaticano.
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