“Para que cada alma exalte mi bondad. Deseo la
confianza de Mis criaturas, invita a las almas a una gran confianza en
Mi misericordia insondable. Que no tema acercarse a Mi el alma
débil, pecadora y aunque tuviera más pecados que granos
de arena hay en la tierra, todo se hundirá en el abismo de mi
Misericordia.” (Diario, 1059)
La Novena que Jesús le ordenó a Santa Faustina se
empieza el Viernes Santo (fué dictada por el
mismo Jesús). “Deseo que durante esos nueve
días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que
saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las
dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada
día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de
almas y las sumergirás en este mar de Misericordia. Y a todas
estas almas Yo las introduciré en la casa de Mi Padre. Lo
harás en esta vida y en la futura. Y no rehusaré nada a
ningún alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia.
Cada día pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas
por Mi amarga Pasión.” (Diario, 1209)
“Durante este novenario concederé a las
almas toda clase de gracias” (Diario, 796).
PRIMER DÍA
Hoy, tráeme a toda la
humanidad y especialmente a todos los pecadores, y
sumérgelos en el mar de Mi misericordia. De esta forma, Me
consolarás de la amarga tristeza en que Me sume la
pérdida de las almas.
Jesús misericordiosísimo, cuya
naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de
perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que
depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu
muy compasivo Corazón y nunca los dejes salir de El. Te lo
suplicamos por Tu amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda
la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están
encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús y
por Su dolorosa Pasión muéstranos Tu misericordia para
que alabemos la omnipotencia de Tu misericordia por los siglos de los
siglos. Amén.
Rezar LA
CORONILLA
A LA DIVINA MISERICORDIA *
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SEGUNDO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de
los sacerdotes y los religiosos, y sumérgelas
en Mi misericordia insondable. Fueron ellas las que Me dieron fortaleza
para soportar Mi amarga Pasión. A través de ellas, como a
través de canales, Mi misericordia fluye hacia la humanidad..
Jesús misericordiosísimo, de
quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que
realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos
que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en
el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al
grupo elegido de Tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las
almas de los religiosos; otórgales el poder de tu
bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual
están encerradas, concédeles el poder de Tu luz para que
puedan guiar a otros en el camino de la salvación y a una sola
voz canten alabanzas a Tu misericordia sin límite por los siglos
de los siglos. Amén.
Rezar LA
CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA *
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TERCER DÍA
Hoy, tráeme a todas las
almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar
de Mi misericordia. Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía
Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús infinitamente compasivo, que
desde el tesoro de Tu misericordia les concedas a todos Tus gracias en
gran abundancia, acógenos en la morada de Tu
compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de El. Te
lo suplicamos por el inconcebible amor Tuyo con que Tu Corazón
arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las
almas fieles como herencia de Tu Hijo y por Su dolorosa Pasión,
concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu
protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de
la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y
los santos, glorifiquen Tu infinita misericordia por los siglos de los
siglos. Amén.
Rezar LA CORONILLA
A LA
DIVINA MISERICORDIA*
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CUARTO DÍA
Hoy, tráeme a aquellos que
no creen en Dios y aquellos que todavía no me conocen. También
pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo
consoló Mi Corazón. Sumérgelos en el mar de Mi
misericordia.
Jesús compasivísimo, que
eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de Tu
piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen
en Dios y de aquellos que todavía no Te conocen. Que los rayos
de Tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a
nosotros, ensalcen Tu misericordia admirable y no las dejes salir de la
morada de Tu compasivísimo Corazón.
Padre eterno, mira con misericordia a las
almas de aquellos que no creen en Ti y de los que todavía
no Te conocen, pero que están encerrados en el muy compasivo
Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del
Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte.
Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de
Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
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CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA*
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QUINTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de
los hermanos que se han separado de mi Iglesia, y
sumérgelas en el mar de Mi misericordia. Durante Mi amarga
pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir, Mi
Iglesia. Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan y de
este modo alivian Mi Pasión.
Jesús sumamente misericordioso que
eres la bondad misma, Tú no niegas la luz a quienes Te la piden.
Acoge en la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas de
nuestros hermanos separados y llévalas con Tu luz a la unidad
con la Iglesia y no las dejes escapar de la morada de Tu
compasivísimo Corazón sino haz que también ellas
glorifiquen la generosidad de Tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las
almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que han
malgastado Tus bendiciones y han abusado de Tus gracias por persistir
obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de Tu
Hijo y Su amarga Pasión que sufrió por ellos, ya que
también ellos están encerrados en el compasivísimo
Corazón de Jesús. Haz que también ellos
glorifiquen Tu gran misericordia por los siglos de los siglos.
Amén.
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CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA*
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SEXTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas
mansas y humildes y las almas de los niños pequeños, y
sumérgelas en Mi misericordia. Estas son las almas más
semejantes a Mi Corazón. Ellas Me fortalecieron durante Mi
amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres
que velarían al pie de Mis altares. Sobre ellas derramo
torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de
recibir Mi gracia; concedo Mi confianza a las almas humildes.
Jesús misericordiosísimo,
Tú mismo has dicho: “Aprendan de Mí que soy manso y
humilde de Corazón”. Acoge en la morada de tu
compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a
las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a
todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre
celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo
perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente
en Tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno
de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las
almas de los niños pequeños que están encerradas
en el muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son las
más semejantes a Tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra
y alcanza Tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, Te suplico
por el amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan,
bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las
alabanzas de Tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Rezar LA
CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA*
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SÉPTIMO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que
veneran y glorifican mi misericordia de modo especial, y
sumérgelas en Mi misericordia. Estas almas son las que
más lamentaron Mi Pasión y penetraron más
profundamente en Mi Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de
Mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con una
luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego
del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora
de la muerte.
Jesús misericordiosísimo,
cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de Tu
compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan
de modo particular la grandeza de Tu misericordia. Estas almas son
fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de
aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en Tu misericordia
y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta
almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu misericordia
las envolverá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a
aquellas almas que glorifican y veneran Tu mayor atributo, es decir, Tu
misericordia insondable y que están encerradas en el
compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un
Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de
misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a Ti, oh
Altísimo, un canto de misericordia. Te suplico, oh Dios,
muéstrales Tu misericordia según la esperanza y la
confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla en ellas la promesa de
Jesús quien les dijo que: “A las almas que veneren esta
infinita misericordia Mía, Yo mismo las defenderé como Mi
gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte”.
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CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA*
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OCTAVO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que
están en la cárcel del purgatorio, y
sumérgelas en el abismo de Mi misericordia. Que los torrentes de
Mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy
amadas por Mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a
Mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de
todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en
su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren
ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del
espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi
justicia.
Jesús misericordiosísimo,
Tú mismo has dicho que deseas la misericordia, he aquí
que yo llevo a la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas
del purgatorio, almas que Te son muy queridas, pero que deben pagar su
culpa adecuada a Tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que
brotaron de Tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que
también allí sea glorificado el poder de Tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las
almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el
compasivísimo Corazón de Jesús. Te suplico por la
dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura
con la cual Su sacratísima alma fue inundada, muestra Tu
misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio. No
las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu
amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu
compasión no tienen límites. Amén.
Rezar LA
CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA.*
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NOVENO DÍA
Hoy, tráeme a las almas
tibias, y sumérgelas en el abismo de Mi
misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren
Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma
experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de
los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mí este
cáliz, si es Tu voluntad. Para ellas, la última tabla de
salvación consiste en recurrir a Mi misericordia.
Jesús piadosísimo, que eres
la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de
Tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se
parecen a cadáveres y Te llenan de gran repugnancia se calienten
con el fuego de Tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo,
ejercita la omnipotencia de Tu misericordia y atráelas al mismo
ardor de Tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo
puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las
almas tibias que, sin embargo, están encerradas en el
piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la
misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por
Su agonía de tres horas en la cruz, permite que también
ellas glorifiquen el abismo de Tu misericordia. Amén. (1209-1229)
Rezar LA
CORONILLA A LA DIVINA
MISERICORDIA*
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*CORONILLA A LA
DIVINA MISERICORDIA:
(se utiliza un rosario común de cinco decenas)
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1. Comenzar con un Padre
Nuestro, Avemaría, y Credo (de los apóstoles)**.
2. En las cuentas grandes
correspondientes al Padre Nuestro (una vez) decir:"Padre
Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu
Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo,como
propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero."
3. En las cuentas
pequeñas correspondientes al Ave María (diez veces)
decir: "Por Su dolorosa Pasión,
ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
4. Al finalizar las cinco
decenas de la coronilla se repite tres veces: "Santo
Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo
entero."
5.Oración final (opcional): “Oh
Sangre y agua que brotaste del Corazón de Jesús como una
fuente de misericordia para nosotros, en ti
confío.”
**CREDO DE LOS APOSTOLES:
Creo en Dios Padre todopoderoso,
creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
y nació de la Virgen Maria.
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato.
Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos,
y está sentado a la diestra de Dios Padre.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos,
y la vida eterna. Amén.